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“Encomiendo al
señor tu camino y el hará” (Salmo 37:5)
Aquí tienes 2
preguntas que deberías considerar cuando conozcas a aquella persona que es “muy
especial”:
(1) ¿Está la
relación basada en la honestidad?
La Biblia
dice: “…hablad verdad cada uno con su prójimo…” (Efesios 4:25b). Las relaciones
prosperan en la transparencia y en la confianza. Cuando el engaño aparece
sigilosamente, es hora de sincerarse rápidamente, o hacer las paces.
(2) ¿Puedes
ser tú mismo/a?
Pablo
escribió: “No busquemos la vanagloria…” (Gálatas 5:26), y “…el que tiene el don
de…, úselo…” (Romanos 12:6). Si sientes que tienes que cambiar constantemente o
“andar de puntillas”, te has equivocado de relación. ¡Atento! Si no te aprueban
ahora, ¿crees, en serio, que el matrimonio cambiará las cosas?
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