Se dice que
un amigo es un hermano por decisión. No escogemos a nuestros hermanos en casa,
ni ellos nos escogieron a nosotros. A muchos de nosotros no nos hizo mucha
gracia la idea de tener “hermanos”. “A los hermanos hay que quererlos” nos
decía mamá, “hay que ser hermanables” nos repitió cuando lloramos a gritos por
no querer prestar un carrito.
Bueno siendo franco fueron muchas las veces en
que siendo niño le pregunté a Dios: ¿para qué sirven los hermanos
mayores?…aparte de hacerte la vida de cuadritos…
La amistad es
uno de los mejores regalos dados por Dios al hombre.
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