lunes, 14 de julio de 2014

Correr para ganar.



El problema de mucha gente es que tienen un sentido de urgencia por las razones incorrectas. Tienen un sentido de urgencia por el tiempo que han vivido en el problema, o porque el tiempo se les está acabando, y no por la visión.
Y se encuentran aceptando cosas que están por debajo de la promesa de Dios para sus vidas, porque piensan que el tiempo está pasando, y que tienen que aceptar lo primero que venga, y corren el peligro de tomar algo que, en vez de adelantarlos, los atrase.
Habacuc 2:3 dice: Aunque la visión tardará aún por un tiempo, más se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

Este verso puede parecer un poco confuso; dice que la visión tardará, pero que se apresura. Si vamos al texto original, Dios lo que estaba queriendo decirle al profeta es que la visión tiene un tiempo asignado, y que, aunque el cumplimiento de la visión no sea ahora, se apresura.

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