domingo, 13 de julio de 2014

La paciencia.

La paciencia es la capacidad de absorber problemas y tensiones sin quejarse, y no verse afectado por los obstáculos, los retrasos y los fracasos.

Dios permite que tengamos dificultades, inconvenientes e incluso sufrimientos, con un fin específico: nos ayudan a desarrollar la actitud apropiada para crezca nuestra paciencia.


Cuando el cristiano ve que esas pruebas se resuelven en su provecho, permitiéndole alcanzar resultados convenientes y de refuerzo para su carácter, se prepara el escenario para el desarrollo de un espíritu paciente.

 "Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Más tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna" (Santiago 1:2-4).

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