Por inocente que parezca en
ocasiones, en realidad es el veneno personal del diablo; el cual fue diseñado
para convertir el amor en odio, y además inmoviliza la fuerza de la fe en su
vida.
Si se ha percatado de alguna persona a su
alrededor que es más exitosa que usted, no sea tan ingenuo como para caer en la
trampa que la envidia le ha tendido. ¡Tome ventaja sobre el diablo! ¡Cámbiele
el juego! Empiece a alabar a Dios por el éxito de esa persona, y haga lo que
pueda para ayudarla a ser aún más exitosa.
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