lunes, 14 de julio de 2014

EL deseo.




El deseo es algo que todos tenemos, me atrevo a decir que el mundo se mueve por deseos, no importa si sean buenos o malos, deseos al fin. Creo que Dios nos creo con la capacidad de desear y cumplir nuestros buenos deseos. Nada tiene de malo la palabra deseo, lo digo porque la religiosidad y el legalismo han utilizado esta palabra para castrar a los creyentes de "todo deseo", si eran buenos o malos no importaba, por las dudas ellos enseñan ciegamente "todo deseo está mal"; pero como la biblia nos enseña la única revelación proveniente del Espíritu Santo hoy podemos comprender con claridad el tema.


Deseo es un ferviente anhelo, una necesidad, un pedido, un clamor; el deseo son ganas, es algo que quiero hacer, tener o lograr. La biblia habla del "deseo de tu corazón" porque el corazón es lo profundo del alma, el corazón es el centro de operaciones de la voluntad donde entretejemos nuestras decisiones y deseos.
"El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído". Salmos 10:17

"Le has concedido el deseo de su corazón, Y no le negaste la petición de sus labios". Salmos 21:2

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